¿Por qué es tan atractiva la economía de uso?

Es difícil pasar por alto un fenómeno de este tipo, el pago por uso es una auténtica moda en muchos sectores y este modelo no parece agotarse, sino todo lo contrario. Pero entonces, ¿cómo se puede explicar semejante éxito?

 Los patrones de consumo están cambiando. Mientras que la compra de un coche seguía siendo un importante marcador social hace unos años, el comportamiento actual ya no valora tanto el principio de propiedad como el uso temporal de un bien o servicio.

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Utilización para mejorar el poder adquisitivo

Como sabemos, la mayoría de la población no tiene un poder adquisitivo muy alto. En este sentido, el modelo de economía de uso, al cobrar sólo un valor de uso, permite un acceso más fácil a bienes que suelen ser caros de comprar. Al igual que con un coche, a veces no es necesario comprarlo si sólo se usa ocasionalmente. Esto significaría gastar capital durante varios años en un activo que finalmente no se utiliza en la medida de la inversión realizada. En este caso, recurrir al consumo por uso en lugar de la propiedad es una alternativa interesante para seguir consumiendo sin romper la banca.

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Fomentar el consumo responsable

Valorar el uso implica lógicamente que un bien es de buena calidad y, por tanto, sostenible. Si esta no es la intención principal, el desarrollo del modelo de la economía de uso puede permitirnos avanzar progresivamente hacia la economía circular y sus valores de reparto. Por último, esto representa una buena manera de luchar contra la obsolescencia programada, que todavía está muy extendida en la industria.

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 La libertad de elegir sin compromiso

Este es uno de los argumentos de peso para el consumo por uso. La posibilidad, en la mayoría de los casos, de tener una forma de libertad y flexibilidad en nuestras elecciones de consumo. No estar obligado a devolver un préstamo a lo largo de varios años y poder retirarlo rápidamente son verdaderas ventajas para captar la versatilidad del consumidor.

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