Movilidad suave y leasing

Movilidad suave: ¿y si el arrendamiento tuviera una carta que jugar?

 El éxito creciente del leasing en el sector del automóvil es bien conocido y la perspectiva de verlo invertir en otros mercados como el de la movilidad blanda es la continuación lógica de esta solución de financiación. Un avance que podría beneficiar a las empresas y a su imagen de marca.

El interés de una oferta multimodal

La popularidad del leasing se debe en parte a que es flexible y puede adaptarse a las necesidades del consumidor. De hecho, la integración de la movilidad suave en una oferta tradicional de leasing de vehículos permite cubrir más necesidades. Esta solución multimodal puede adoptar muchas formas para adaptarse según se trate de un mercado B2C o B2B.

¿Por qué no generalizar, como ya hacen algunas personas, el alquiler de un coche como vehículo principal para determinados desplazamientos largos, así como un vehículo secundario de movilidad suave, como una bicicleta o un patinete eléctrico, para moverse por la ciudad de forma más sencilla? Es posible considerar este vehículo como un accesorio o una opción, o incluso añadir otro servicio de transporte público para hacer la oferta más completa.

Por no hablar de las facilidades de pago que ofrecen varios servicios financieros, como el comprar ahora paylater. El leasing tiene la capacidad de ser muy flexible y su uso para ofrecer soluciones complementarias de movilidad blanda puede animar a más y más actores a optar por modos de transporte más limpios.

Mejore su imagen de marca

Esta es probablemente una de las principales ventajas de implantar soluciones de movilidad blanda. En un momento en el que los compromisos de RSE y, en general, la cuestión de la neutralidad del carbono están en el centro de las preocupaciones, cualquier iniciativa en este sentido es ampliamente alentada. El legislador también está presionando en esta dirección introduciendo un sistema fiscal alentador (renovación de la bonificación para los coches eléctricos, reducción de impuestos para las empresas que proporcionan flotas de bicicletas eléctricas, en particular).

Podría incluso afirmarse que se trata de un criterio de atracción simbólico para los empleados y candidatos, que pueden verlo como una señal de compromiso con el planeta, así como una prueba de que se tiene en cuenta su bienestar.

‍